La otra cara de Serena - La menor de las hermanas Williams se encuentra de viaje por Kenia atendiendo distintos proyectos humanitarios. La número uno mundial del ranking WTA ha apartado momentáneamente la raqueta para inaugurar una escuela que llevará su nombre en el poblado de Kilili, del municipio de Matiliku, en la Provincia Oriental de Kenia.La multifacética tenista norteamericana es todo un carácter dentro y fuera de la pista. En ellas ha demostrado su hegemonía en los últimos años, merced en parte a las temporales retiradas de las belgas Justine Henin y Kim Clijsters, su tenis poderoso y físico e incluso su mal genio, como el que exhibió frente a una juez de línea en el pasado US Open a causa de una falta de pie y que acabó por costarle 10.500 dólares.
Es casi imposible desvincularla del aire de diva que siempre le acompaña, como también de su actitud caprichosa, pero hay que reconocer que pocas tenistas en activo han disfrutado y disfrutan de la vida tanto como lo hace ella. Su superioridad le ha permitido escaparse del tenis a ratos, y sin que su ranking se resiente en exceso, para flirtear con la moda o dedicarse a sus labores.
Serena, que presta su imagen para dar una mayor proyección pública al proyecto de construcción de escuelas "Build African Schools", financiado por Hewlett-Packard (ya inauguró otro centro en Matooni, localidad situada a 50 kilómetros de Matiliku), llegó en helicóptero y repartió sonrisas con los nativos. "Estoy muy feliz de estar aquí. Después de ganar el Open de Australia, ésta es otra victoria para mí. Esta escuela siempre será muy importante para mí y espero tener más oportunidades de continuar con este proyecto", dijo.
Esperemos que la buena voluntad le dure y este año no se borre del ‘Andalucía Tennis Experience’, que se celebra entre el 3 y el 11 de marzo, como lo hizo el año anterior. blogs.as.com
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