martes, 5 de junio de 2012

EL ARQUERO DEL DEPORTIVO ROCA

Darío Sand, el ídolo emergente - El arquero es pieza clave de este Deportivo Roca, que tiene una nueva cita con la historia: está otra vez en la final.
Entre dos guantes de arquero puede estar guardada una ilusión. En el empeño y el convencimiento se talla el deseo de un grupo de jugadores que está empecinado en dejar huella. En la figura de Darío Sand se puede sintetizar la ambición de un equipo que supo revalidar una historia a la que sólo le faltó un buen desenlace, y que ahora quiere reescribir con su propia tinta. Deportivo Roca está nuevamente en la final "y si Dios quiere, esta vez no se nos escapa".

"Hemos madurado en muchos aspectos, nos hizo bien jugar una final el año pasado. Eso hizo que nos acostumbremos a disputar este tipo de partidos", asegura el '1' del Depo en el día después de la clasificación del Naranja a la gran final por el ascenso ante Alvarado de Mar del Plata.

'Pepe', que le tomó prestado el apodo a su hermano famoso, José, se recibió de ídolo el último domingo. La gente Naranja que bramó de euforia cuando el arquero atajó dos penales ante Las Parejas después de intensos 90', le regaló una ovación de 'elegido'. Si hasta un 'trapo' con su cara estampada ya flamea colgada de un alambrado del Maiolino. Sand y este equipo de Deportivo Roca están haciendo historia en el club, por más que para ellos sea un acto involuntario y que su dimensión se materialice recién con el paso del tiempo.

Doce pasos, antes y después

"Estaba muy seguro a la hora de los penales. Incluso antes del partido, en la concentración, se habló de los penales y yo les dije a los chicos que me tenía mucha confianza", afirma Sand, quien dice no ser un arquero "penalero". Los hechos lo corroboran. Durante el campeonato, el '1' de Roca atajó sólo dos: uno a Boca RG y otro a Maronese. Por otro lado, el domingo el Naranja se quitó el peso de las últimas dos definiciones desde los doce pasos que fueron tan traumáticas, fundamentalmente la de la final perdida del año pasado ante Racing de Olavarría ("No me fue muy bien, atajé sólo uno"). La otra fue ante Guaymallén, por la tercera ronda de la Copa Argentina, donde Pepe no pudo contener ningún disparo.

–Este tipo de definición, con mucho nervio y en casa, los acerca aún más a la gente...

–La satisfacción es mayor, uno lo siente mucho más, es más palpable. Cuando me tocó atajar los penales, vivir la explosión de alegría de la gente fue incomparable. Sentí un cosquilleo que jugando de visitante no lo tenés. Es una comunión que se hace mucho más fuerte entre el equipo y los hinchas. La verdad que fue muy emocionante. Creo que el domingo se terminó de consolidar la relación con el grupo. La gente siente que el equipo deja todo.

–¿Qué imaginabas que te tendría guardado el destino cuando llegaste a Roca?

–No me imaginaba este presente. Me toma de sorpresa, pero lo vivo con satisfacción y orgullo. Era todo un desafío para mí venir a jugar. Bajé de categoría para tomar impulso y crecer, esa era la idea. Esto lo hablé mucho con mi hermano (José). Si no andaba bien aquí, me tenía que volver a mi casa. Fue una situación límite, y sabía que tenía que estar muy bien y concentrado. Creo que todo se fue dando de a poco.

–¿Por qué antes del comienzo del cuadrangular de la segunda fase, el equipo pareció tener dudas en cuanto a su funcionamiento y ya contra Guaymallén pareció que era otro Depo?

–Te voy a dar mi sensación, y que también se lo comenté al resto de los chicos. Yo pensaba: "otra vez con los mismos rivales...", y creo que inconscientemente uno no se predispone de la misma manera. Y eso te juega en contra, más si puertas adentro uno cree que tiene más equipo que esos rivales. Es una sensación rara. Lo tratamos con la sicóloga (Carolina Sciuffo), que nos ayudó mucho, y fue justo cuando arrancamos el cuadrangular de la segunda fase. Vino bien porque dijimos: "ahora hay que ganar sí o sí, tenemos que aparecer..." Es que nos gusta jugar este tipo de partidos, nos motiva.

–¿Por qué llegan a la final otra vez?

–Creo que una de las razones es porque se mantuvo la base de jugadores. Otra, porque el cuerpo técnico no cambió la forma de manejarse, el mensaje de ellos hacia nosotros es el mismo. Además y creo que es lo más importante, las ganas que tiene este grupo de lograr algo, por dejarle algo al Deportivo Roca. Y también, porque mis compañeros son muy buenos jugadores. (W. R.)

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