DEBE SINCERARSE PARA CAMBIAR - El rugby bonaerense debe sincerarse. ¿Cuál es el motivo real que viene frenando un cambio tan necesario como fundamental? La respuesta es simple, pero son pocos los que se animan a decirla en voz alta: el dinero.
Hoy, de los 24 clubes que integran el Grupo 1, sólo dos no tienen publicidad en su camiseta, CUBA y Newman, pero todas las instituciones profesionalizaron sus estructuras: entrenadores rentados, analistas de video, nutricionistas, psicólogos... y la lista podría continuar. ¿Está mal que los clubes quieran crecer deportivamente? No, pero todos estos condimentos extras no son gratis. El dinero que ingresa por la televisación y la publicidad que los clubes consiguen por pertenecer a Primera ayuda a paliar las necesidades.
Reducir el número de instituciones en el Grupo 1 podría complicar las finanzas de los más chicos. Sí, claro. Pero sostener un formato de torneo que durante la etapa clasificatoria no presentará competencia real para los que desde hace una década mantienen inalterable su supremacía tampoco ayuda. Esto, indefectiblemente, atenta contra el espectáculo. La diferencia entre los que siempre están en la lucha y el resto es abrumadora. Así, el certamen pierde calidad. En los tiempos que corren la URBA no puede permitirse este desfase. El cambio de formato es necesario. Las maneras de hacerlo son múltiples. Una de ellas, la que tiene mayor consenso entre los que promulgan el cambio, es copiar al Top 14 francés. Vale una aclaración; esto no afectaría lo más importante que tiene el rugby bonaerense, su base más preciada: la formación. No se habla de profesionalizar, sino de brindar un mejor espectáculo.
Nadie pide cambios inmediatos ni decisiones drásticas, pero sería razonable que la dirigencia empezara por admitir los problemas para comenzar a evaluar modificaciones que ayudarán al rugby a que tenga un campeonato competitivo.
Por Santiago Dapelo
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