lunes, 27 de agosto de 2012

SUSPENDIDO POR AGRESIONES - UNA VERGUENZA

Nueva Generación y Caleta Córdova - Se dieron sin piedad a los 43’ del segundo tiempo, al desatarse un hecho de violencia insólito en el acceso a los vestuarios, donde prácticamente la totalidad de los jugadores de ambos equipos intervinieron en una gresca de piñas y patadas. El partido, que había sido vibrante y abierto hasta el momento, era favorable a los portuarios por 4-3; ahora el encuentro quedó suspendido y el árbitro Marcelo Quiroga, informará a los dos planteles, en una tarde donde la violencia le ganó al fútbol en cancha de Ameghino en km 3
Pocos partidos en Comodoro Rivadavia han terminado de esta forma, en un estado de irracionalidad desenfrenada y violenta, en un ataque de unos a otros entre jugadores, que nada tiene que ver con el fútbol y con este deporte donde se busca tratar de la mejor manera a la pelota.



Tal vez esto sea un reflejo de lo que se está viviendo en la sociedad, que luego se traslada al fútbol, en una también ciudad violenta, donde los índices de criminalidad son realmente alarmantes y parecen no detenerse.



El juego era bonito



Ayer, en cancha de Florentino Ameghino, cada jugada, cada ataque, tanto del equipo de Caleta Córdova y Nueva Generación, era una posibilidad abierta a que la acción terminara en una conversión hermosa bajo los palos. A tal punto que faltando unos 35 minutos para finalizar el partido, Caleta Córdova perdía por 2 a 1. Pero luego el equipo portuario, pudo empatar y revertir una situación desventajosa, a tal punto fue vibrante el encuentro que luego pasó a ganar por 4 a 3, aunque nada estaba cerrado en el marcador.



Y cuando todo se veía como una falta normal de juego brusco entre dos rivales ocasionales, fueron expulsados por golpearse antideportivamente el defensor Hermes Andrade de Caleta Córdova y también Alejandro Tula.



Este hecho que parecía normal y de merecida aplicación, se convirtió en algo diferente cuando Alejandro Tula, fue a buscarlo a Hermes Andrade, que salía rumbo a los vestuarios, directamente con intención de agredirlo físicamente.



El árbitro Marcelo Quiroga intervino prácticamente abrazando al jugador, buscando tranquilidad también en las palabras, para que la situación no pasara a mayores.



Para esto, jugadores de Caleta se venían hacía el lugar de salida del recién expulsado Andrade, también hacían lo propio los jugadores de la Nueva, y de pasada, el jugador Germán Fascetti de Nueva Generación le dio un puntapié a Andrade, al árbitro no le quedó otra opción que expulsar al agresor, Fascetti.



La reacción del delantero Fascetti de la Nueva no se hizo esperar, fue rápido a buscarlo a Hermes Andrade para agredirlo, pero fue interceptado. Mientras Alejandro Tula podía acceder por otro sector a golpear al defensor portuario.



Vale todo



Algunos intentaron separar y esos mismos luego recibían golpes, por lo tanto tenían que defenderse. En segundos la pelea de piñas y patadas entre jugadores de los dos equipos fue al mejor estilo de artes marciales mixtas, justo en la entrada a los vestuarios, en un espacio reducido y cerrado. Parecía una jaula de vale todo.



Los dos policías que estaban en el lugar fueron a proteger a los árbitros que se pusieron fuera de las acciones casi a mitad del campo de juego.



Hubo un padre que saltó el alto cerco perimetral para defender tal vez a uno de sus hijos; otro jugador que también arrojó un banco que no estaba fijo al piso y que permanecía en ese espacio. La pelea no duró mas de dos minutos, hubo lesionados de los dos bandos, y por suerte no había elementos contundentes sueltos que pudieran utilizar, de lo contrario estábamos hablando probablemente de una tragedia.



Y una vez que los jugadores de Nueva Generación comenzaron a retirarse de las acciones, las hinchadas comenzaron a tirar piedras. El árbitro Quiroga viendo esta situación tan lamentable, suspendió el partido a los 43’ del segundo tiempo.



Ayer, Nueva Generación y Caleta Córdova dieron un lamentable espectáculo en el fútbol de Comodoro Rivadavia. Ojalá que la Liga de Fútbol actúe con severidad dejando sentado un precedente para que los violentos no le vuelvan a ganar al fútbol.

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