lunes, 26 de noviembre de 2012

VETTEL TRICAMPEON

Un joven que tiene alas - En una carrera vibrante, Vettel se consagró en São Paulo y con su Red Bull se transformó en el piloto de menor edad en conseguir tres títulos mundiales.
El alemán Sebastian Vettel firmó un histórico "hat-trick" al conquistar su tercer título mundial consecutivo de Fórmula 1 pese a quedar sexto en una dramática carrera bajo la lluvia en Brasil.



Vettel se sobrepuso a un accidente en la primera vuelta y se impuso a Fernando Alonso con tres puntos de ventaja en la clasificación. De nada sirvió al piloto de Ferrari terminar segundo en la última carrera del año, donde la victoria fue para el británico Jenson Button y el tercer lugar para el brasileño Felipe Massa. "Fue la carrera más difícil de mi trayectoria", dijo el campeón luego de casi dos horas de drama. "Nunca creí que todo estuviera perdido. Pero no sabía hasta el final si alcanzaría", analizó.



Alonso, campeón en 2005 y 2006, tendrá que seguir esperando para ganar su primer título con la "Scuderia", cuyos bólidos no se imponen desde 2007. "No creo que hayamos perdido el título en Brasil, sino en alguna otra carrera que tuvimos mala suerte", lamentó el ibérico. "Me siento orgulloso del equipo, de la temporada que hicimos", dijo el español.



Con 25 años y 145 días, Vettel se convirtió en el tricampeón más joven de la historia en la categoría reina del automovilismo, por delante del mítico Ayrton Senna, que lo hizo en 1991 con 31 años. "Es muy difícil encontrar las palabras adecuadas. Estoy todavía lleno de adrenalina. Es algo muy especial. Pueden pellizcarme y no me daría cuenta", dijo Vettel.



Antes que él, sólo Juan Manuel Fangio y el alemán Michael Schumacher habían logrado tres títulos seguidos. "Tú eres el tricampeón del mundo. Tú eres el hombre", le dijo a través de la radio el jefe del equipo, Christian Horner.



Pese a los problemas sufridos en la primera vuelta, el Red Bull del alemán volvió a demostrar que es la máquina más fuerte. Ni siquiera el golpe que recibió ayer en el costado de su auto pudo evitar que Vettel lograra los puntos necesarios en un Gran Premio que fue el resumen perfecto de una loca temporada. Después de una clasificación decepcionante (fue 8°) Alonso pidió "cuanto más lío mejor" y la carrera no pudo empezar mejor para sus intereses. El español, que partió séptimo gracias a una sanción al venezolano Pastor Maldonado, volvió a hacer una magnífica salida y se puso tercero. Por el contrario, Vettel, cuarto en la grilla, fue demasiado conservador.



Encerrado, el alemán fue embestido por el Williams de Bruno Senna y el coche viró 180 grados. El líder del Mundial estaba último, pero al menos el bólido funcionaba y tendría la oportunidad de remontar.



La lluvia empezaba a complicar el manejo. Alonso tuvo hasta dos sustos que le obligaron a trazar por fuera de la pista.



Los McLaren de Button y Lewis Hamilton y el Force India de Nico Hülkenberg se fueron hacia delante. El podio, que era lo que le daba opciones al español, se escapaba, y por detrás, Vettel remontaba a la velocidad del rayo. Un "safety car" ofreció a Alonso la oportunidad de cerrar el hueco con los de delante, pero el alemán estaba ya justo detrás de él, quinto.



Vettel sabía que sólo debía controlar los movimientos del de Ferrari. El resto no le importaba. Nada de riesgos. Hülkenberg provocó un nuevo viraje en la carrera. Su Force India embistió a Hamilton y abrió de nuevo las posibilidades de podio a Alonso.



Vettel entró de nuevo en boxes, pero su equipo no estuvo rápido en el cambio de gomas y perdió algunos segundos. Alonso lo hizo poco después y salió cuarto a la pista.



Once vueltas antes del final, el alemán tenía el título de nuevo en el bolsillo. Era séptimo, mientras su rival iba tercero. El de Ferrari adelantó a su compañero Massa, pero de nada le servían esos 18 puntos y Button estaba demasiado lejos.



Vettel superó además sin problemas a un Michael Schumacher que dijo adiós, por segunda vez, a la Fórmula 1 (ver aparte). El campeón sabía que el sexto puesto le bastaba. Después de tantos nervios, de idas y venidas, la última de las 71 vueltas al Autódromo José Carlos Pace de São Paulo no pudo ser más plácida para el alemán, con un "safety car" escoltando a todos los pilotos hasta la meta.

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