domingo, 29 de junio de 2014

LA SELECCIÓN URUGUAYA DESPUÉS DE LA ELIMINACIO0N

Oriental en la vida, y en la muerte también - ¿Qué será de ti, selección? El Mundial se terminó para Uruguay y seguramente Óscar Washington Tabárez deje de ser el seleccionador nacional tras ocho años del mejor trabajo que se hizo en la historia de la selección celeste. ¿Podremos seguir este camino o todo volverá a ser como antes?


Repesar los excelentes resultados cosechados por el proceso de Tabárez -tanto a nivel mayor como juvenil- sería algo redundante y hasta tal vez innecesario: todos saben qué se consiguió y de qué manera desde el 2006 hasta acá. Seguramente, Uruguay tendrá otro DT para encarar los nuevos desafíos y una gran interrogante se abre: ¿por cuál camino seguirá la selección nacional?

La celeste tuvo un 2014 muy político: meses antes del Mundial se revolucionó la AUF con el golpe de Estado a Bauzá, un presidente que tuvo aciertos y errores pero que tuvo la enorme virtud de bancar siempre a Tabárez, puesto por Corbo. Asumió Valdez, un dirigente de Rentistas honesto y con un pasado limpio pero a su lado se colocaron Barrera, Balbi y Pastoriza. Dirigentes que, cuanto menos, son enormemente polémicos y estuvieron envueltos en varios conflictos dentro de nuestro fútbol.

Se temió lo peor y muchísima gente sospechó que volvería la desorganización en la calle Guayabo. Y hubo algunos hechos que respaldaron este miedo, siempre a nivel del fútbol local: por citar un solo ejemplo, cuando la Mesa Ejecutiva obligó a Liverpool a ser local ante Peñarol en el Centenario.

Uruguay selección no pareció directamente manchada de este cambio brusco de timón en la AUF pero ahora todo hace indicar que cambiará. La selección volverá a ser de Tenfield y, por más que Valdez expresó que quiere que Tabárez siga, el DT seguramente se irá y va a ser muy complicado mantener un proceso así sin él.

Los años 90 y 2000 están tocando la puerta en la Asociación. Los charters mal organizados, los jugadores volando por separado, la incapacidad de armar un grupo, un puñado de individualidades celestes tratarán de ser un equipo en la cancha, sin ningún tipo de respaldo dirigencial atrás, los técnicos despedidos ante la primera de cambio. Los malos resultados.

Ojalá que no. Ojalá se haya aprendido de los Tabárez pero, más aun, se haya aprendido de los Figueredo y de los que estaban a su sombra. Por los nombres que hay en el Ejecutivo este pedido parece útopico. Hoy, lo único que quiero, es que me tapen la boca.

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