jueves, 18 de diciembre de 2014

SAN LORENZO DERROTO 2-1 EN TIEMPO EXTRA A AUCKLAND CITY

POR UNA DE LAS SEMIFINALES DEL MUNDIAL DE CLUBES San Lorenzo ganó con sufrimiento y jugará la final soñada con Real Madrid. El delantero Mauro Matos, al tercer minuto del período agregado, consiguió el tanto de la clasificación, que parecía encaminada con la apertura del marcador de Pablo Barrientos a los 45m. de la etapa inicial y se complicó inesperadamente por el empate del español Angel Berlanga, a los 22m. del complemento. La gran final será este sábado, a partir de las 16:30.



Matos festeja el gol de la clasificación junto a Mercier y Buffarini. San Lorenzo sufrió más de la cuenta ante un débil Auckland City.
 San Lorenzo jugará con Real Madrid de España la soñada final del Mundial de Clubes FIFA 2014, tras eliminar con dificultad al Auckland City de Nueva Zelanda con una victoria por 2-1 en tiempo extra, después de igualar 1-1 en los 90 minutos reglamentarios en el Gran Estadio de Marrakech.

El delantero Mauro Matos, al tercer minuto del período agregado, consiguió el tanto de la clasificación, que parecía encaminada con la apertura del marcador de Pablo Barrientos (45m.PT) y se complicó inesperadamente por el empate del español Angel Berlanga (22m.ST).

La cita entre el vigente campeón de la Copa Libertadores de América y el último ganador de la Liga de Campeones de Europa se producirá el sábado a las 16:30 (19:30 hora local) en el mismo estadio, donde previamente Cruz Azul de México disputará ante los oceánicos el juego por el tercer puesto.

Por cuarta vez en la historia, una copa del mundo de clubes se definirá entre españoles y argentinos, que sólo se impusieron en el 2000 cuando Boca Juniors venció a Real Madrid. Los cruces restantes fueron a favor de Atlético de Madrid (1974) y Barcelona (2009) ante Independiente y Estudiantes de La Plata, respectivamente.

Real, tres veces ganador de la vieja Copa Intercontinental, y el club de Boedo buscarán en la final del sábado su primer Mundial de Clubes, torneo que desde el 2005 reúne a los campeones de todas las confederaciones de la FIFA.

ALEGRIA, PREOCUPACION

Y EUFORIA “AZULGRANA”

San Lorenzo jugó un primer tiempo para aplacar el entusiasmo de la multitud que lo acompañó en el Gran Estadio de Marrakech. Es que a la inesperada presión alta que ejerció el conjunto neocelandés, en su tercer partido de la última semana, se le sumó un flojo rendimiento individual en cada una de las líneas del equipo.

Si las fallas del primer cuarto de hora pudieron considerarse como una contingencia lógica de su adaptación al partido y su contexto movilizante, lo que sucedió posteriormente generó evidente preocupación por la incapacidad de tejer una jugada de tres pases seguidos.

Hasta el gol, en la última acción de la parte inicial, el equipo de Edgardo Bauza no había contado con una situación de peligro y para peor, el partido estuvo lejísimos del arco de Tamati Williams. Auckland City cumplió una tarea digna, hizo circular el balón con mayor pericia que su rival y hasta le dio un aviso a Sebastián Torrico cuando el argentino Emiliano Tade remató desde la medialuna del área a los 11 minutos.

Al liberado equipo oceánico lo favorecieron las ataduras de San Lorenzo, que estuvo con sus defensores a destiempo, con sus mediocampistas imprecisos y con sus atacantes aislados. Por eso, su público pasó del aliento esperanzador al imperativo “movete Boedo, movete...” con el que buscó despabilar al equipo.

Poco después de ello, ante la inminencia del pitazo para el descanso, llegó la apertura del marcador con el zurdazo de Barrientos dentro del área, luego de una jugada de la que participaron Néstor Ortigoza, Julio Buffarini, Gonzalo Verón y Emmanuel Más, en su primera escalada por el sector izquierdo.

El tanto no cambió demasiado el libreto para el segundo tiempo porque el conjunto argentino, aunque sin la presión de buscar el resultado, tampoco se soltó para conquistar el segundo y mantuvo de seis a siete jugadores en campo propio para evitar sorpresas.

El semiprofesional conjunto neocelandés continuó con su postura de manejar la pelota con tranquilidad, consciente de sus limitaciones pero confiados en sus posibilidades ante un rival inseguro. Tuvo su premio a los 22 minutos cuando Berlanga capitalizó una pelota a espalda de Más y una deficiente salida de Torrico.

Bauza apostó a la jerarquía de Romagnoli para un momento crítico del partido con 1-1 en el marcador, el rival fortalecido moralmente y apenas 23 minutos para conseguir el tanto de la clasificación antes del término del tiempo reglamentario.

El uruguayo Martín Cauteruccio estuvo cerca de conseguirlo a los 30 cuando se fabricó un espacio tras un pelotazo de Barrientos y reventó el palo de un zurdazo pero mucho más peligrosa fue la chance perdida por Tade en la jugada siguiente, que terminó con una pifia ante Torrico después de tomar mal parada a la defensa “azulgrana”.

San Lorenzo no tuvo tiempo ni ideas para más en el tiempo reglamentario, consumido con el miedo a otro condenatorio para las aspiraciones de jugar la final. Para su fortuna, recuperó la ventaja al comenzar el tiempo agregado con una jugada de sus ingresados: Romagnoli como lanzador de un centro y Matos, que capitalizó el rebote de una pelota que había bajado en el área grande.

El ingreso del ex All Boys fue importante para pivotear por la vía aérea, un recurso con el que generó una clara situación que Cauteruccio desperdició con un remate al cuerpo del arquero cuando se jugaban 11 minutos de la primera etapa agregada.

La limitación física del campeón de Oceanía no dio lugar a modificaciones en el marcador, más allá del palo salvador de Torrico a los 112 minutos, y el pitazo final del riguroso australiano Benjamin Williams generó el estallido de los 9 mil “cuervos” presentes en Marrakech, donde el sábado San Lorenzo jugará el partido más trascendente en sus 108 años de vida.

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