lunes, 20 de marzo de 2017

WANGEK DERROTO A ROMAN GONZALEZ

Wangek rompe la leyenda de Román González - Wisaksil Wangek celebra su victoria ante Román González. Pocos boxeadores pueden decir que no han perdido nunca en su carrera. Hasta este sábado Román González era uno de ellos. El nicaraguense se plantaba en su primera defensa del mundial WBC del peso supermosca con un récord de 46-0, pocos esperaban una derrota, pero todo se torció muy pronto. González se fue al suelo en el primer asalto y aunque se recuperó nunca estuvo cómodo y acabó perdiendo ante Wisaksil Wangek por decisión dividida (113-113, 114-112 y 114-112).

Román González salió a medir, pero Wangek no quería perder el tiempo. Una izquierda al hígado le hizo tocar la lona, se recuperó rápido y no hubo cuenta. Un minuto más tarde, con otro golpe en la zona hepática, González volvió a tocar la lona. Esta vez si contó el árbitro. El nicaragüense se enfrentaba a uno de los momentos más difíciles de su carrera. Se recuperó y aunque le costó comenzó a sacar poco a poco su boxeo.

En el tercer asalto cabeceaba cómodo, entraba, pegaba y se iba. Todo parecía volver a la normalidad, pero un cabezazo fortuito hizo un feo corte en la ceja del campeón. Pudo seguir, pero desde ese punto Wangek comenzó a utilizar artimañas que no gustaron a Chocolatito. Los cabezazos se repitieron, tanto que el árbitro quitó un punto al tailandés. No le importó. El boxeo se acabó en el sexto asalto, ambos exhaustos, comenzaron la guerra.

Cabeza con cabeza. Esa fue la posición hasta el final del combate. Cada vez más desfondados intentaban enviar a su rival a la lona, pero la fuerza no les acompañaba. González llegaba más, Wangek lo hacía con más fuerza. Así se consumió el combate, con una guerra constante que hizo vibrar el Madison Square Garden. En el último asalto Wangek rehuyó la pelea, se sentía ganador. Lo fue, pasará a la historia como el hombre que arrebató a Román González su invicto. El nuevo campeón fue claro al acabar el combate "concederé una revancha a Chocolatito". No se esperaba menos. ¡Nueva guerra a la vista!

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